Los bichitos de mi clase: LAS PALABRAS MÁGICAS

Ya desde inicios de la semana pasada, la magia estuvo flotando por la clase.

Este libro está muy bien para trabajar formas, colores y orientación espacial, y sobre todo, implica a los peques para que actúen y sean ellos los protagonistas en cada página que vamos leyendo.

Leímos el cuento, y cada uno fue saliendo a realizar la acción que se indicaba en las páginas, y al final, por arte de magia, se salieron todos los puntitos del libro!!!!

¡A recogerlos!

Con los puntitos que cada uno había recogido fueron creando sus propias composiciones: contamos cuántos azules, rojos o amarillos teníamos, cogerlos con mucho cuidado para no arrugarlos, y los pegamos en nuestro folio.

Les dejé crear sin dar ninguna indicación, y salieron muchas composiciones variadas, algunas parecidas a las del libro.

¡Pero lo mejor fue lo bien que lo pasamos!

Y como estamos con la PALABRA MÁS MÁGICA de todas...

¡NUESTRO NOMBRE!

Estos días hemos estado conociendo nuestra INICIAL!!!

Repartimos los nombres habitualmente, y les pido que reconozcan cada uno el suyo fijándose en primera instancia en la inicial que les voy señalando.

Una vez que cada peque tiene su nombre, jugamos a clasificarlos.

Además de repasar el trazo de nuestra inicial, la hemos pintado con pintura, intentando cuidar la direccionalidad, y usando nuestro dedo "mágico" índice!!!

Y con tanta magia, la seño se atrevió a sacar las tijeras!!!

¡¡¡OOOOhhhh!!!

Con indicaciones muy precisas de como utilizarlas, y con la ayuda de la seño Paqui, nos salió bastante bien.

Cortamos papelitos de colores, y después los pegamos en nuestra inicial.

¡Quedaron muy bonitas!

Para terminar la semana pasada estuvimos hablando de las emociones.

Nuestro monstruo de colores se ha puesto muy contento.

Hemos hablado de las cosas que nos hacen estar alegres, aunque al principio no sabían qué decir, cuando alguno se atrevió a contar que se lo pasa muy bien jugando y en el parque, ya esa fue la respuesta que se repitió, aunque luego salieron más aportaciones (en los cumples...).

Y llegamos a esta semana, y al entrar el lunes en clase, nos encontramos con...

¡MAGIA!

Nuestra brujita de la clase estaba con un cuento y un caldero con un pergamino.

Leimos el cuento y el pergamino que nos había enviado su prima la brujita Litera Tura.

En el cuento aprendimos que es muy importante cuidar los cuentos, que ellos también se sienten mal cuando los rompen, los ensucian y se ponen enfermos cuando nadie los lee.

Además, Litera Tura, nos mandó un conjuro de Palabras Mágicas, para que todo funcione bien en clase.

En el caldero venían los ingredientes para el conjuro, y los estuvimos viendo y tocando. Nos encantó sobre todo el moco de sapo y la purpurina.

Con todo bien removido en el caldero, para lo cual necesité la ayuda de los peques, que cuchara en mano se pusieron a ello, lo echamos en el gorro de estrellas, y salieron...

¡LAS PALABRAS MÁGICAS!

Las tenemos puestas en la clase, y desde entonces intentamos utilizarlas con mucha frecuencia, y realmente...

¡FUNCIONAN!

Y después del conjuro mágico, tuvimos...

¡HUERTO!

Nuestra primera sesión de huerto fue un poco sorprendente.

Algunos peques se pusieron a llorar, y al principio no querían participar. La seño se sentó con ellos y estuvimos escuchando el cuento de los piratas.

Los piratas con su jefe al frente, el capitán Pachamama, llegaron a nuestro huerto buscando un tesoro de monedas, pero Pomodoro les enseñó un tesoro mejor, las plantas y verduras de nuestro huerto con las que podrían preparar ricos platos de comida.

Hablamos de todo lo que podemos encontrar en el huerto, y los peques participaron formando un gran mural.

Después estuvimos conociendo algunas de las verduras y hortalizas que podremos ver en el huerto cuando las plantemos y crezcan.

Conocimos el huerto, por donde se puede pasar, donde se plantan las semillas y ayudamos a regar.

Además hicimos "bombas" de semillas, que nos gustó mucho ya que se podía tocar y hacer mezclas.

Durante la actividad tuvimos un pequeño contratiempo, y es que uno de los peques se dedicó a aplastar todas las que habíamos dejado secar, intentamos repetirlas, pero nos tuvimos que ir, llegaba la hora de prepararnos para la marcha, y dejamos a las familias colaboradoras terminando las bombas de semillas.

Al final, como no quedaban bolsitas para guardarlas y nos olvidamos de ellas, no nos las pudimos llevar!!!

¡¡¡Pero sí nos llevamos nuestro Pirata Pachamama!!!