Con el cocodrilo del otro día y con el agua de colores de ayer, las ranitas se han salido de su charca.
Vamos a jugar a contarlas y ponerlas cada una con su número.
Contamos las ranitas, una a una, contamos con los dedos y relacionamos el número con la
cantidad.
Los peques pueden recortar las piezas rectangulares, pero tendremos que ayudarlos para recortar los encajes que separan las piezas.
Podemos ordenar los números en fila de menor a mayor, después coger las tarjetas de ranitas, contar cuántas hay en la tarjeta y buscar su número. Comprobamos si encajan bien las piezas para ver si hemos acertado.
Es bueno que se acostumbren a contar todo tipo de objetos. En un
principio hay que ayudarles poniéndolos alineados. Recitar los números
avanzando cada vez más en cantidad.
Y ahora a CANTAR!!!
No, a CONTAR!!!
¡Bueno, a CANTAR y a CONTAR!
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